Quienes nos dedicamos a la capacitación/enseñanza recordamos la llegada del “Software as a Service” (SaaS) y también que nos pareció una excelente idea. Sin embargo, Simón Muñoz, Principal Product Manager @ Voicemod | Founder 2x | Executive MBA, cuestiona incluso su vigencia. ¿En qué se basa? ¿De qué se trata? Los invito a conocer sus ideas.
Fuente: imagen generada con Gemini Advanced
Comencemos por el principio
Como siempre conviene empezar presentando el concepto de Software as a Service o SaaS. Podemos decir que es un modelo de distribución de software donde las aplicaciones se alojan en la nube y se accede a ellas a través de internet, en lugar de ser instaladas localmente en los dispositivos de los usuarios.
Dentro de sus ventajas se pueden destacar:
1. Accesibilidad y flexibilidad: el software SaaS se puede acceder desde cualquier lugar con conexión a internet y desde diversos dispositivos, lo que facilita el trabajo remoto y la colaboración.
2. Reducción de costos: elimina la necesidad de invertir en infraestructura de hardware y software, además de reducir los costos de mantenimiento y actualizaciones.
3. Escalabilidad: se adapta fácilmente a las necesidades cambiantes de la empresa, permitiendo aumentar o disminuir los recursos según sea necesario.
4. Actualizaciones automáticas: el proveedor se encarga de las actualizaciones y mejoras del software, asegurando que los usuarios siempre tengan acceso a la última versión.
5. Enfoque en el negocio principal: libera a la empresa de la gestión y mantenimiento del software, permitiéndole concentrarse en sus actividades principales.
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Se ve bien, ¿no es cierto? … Entonces, ¿qué es lo que plantea Simón?
Bueno, en su comentario “El fin del SaaS” DEL 15/09/2024 señala lo siguiente (Fuente: https://www.estrategiadeproducto.com/p/el-fin-del-saas):
… “Esta semana, Seeking Alpha se hacía eco de unas declaraciones del CEO de Klarna, según las cuales afirmaba que pensaban reemplazar dos de sus proveedores Software as a Service (SaaS) más críticos, Salesforce y Workday, por soluciones propias desarrolladas internamente”
Al respecto las siguientes aclaraciones:
1. Klarna es actualmente uno de los bancos más grandes de Europa y ofrece soluciones de pagos a 85 millones de consumidores de 575,000 comerciantes en 45 países.
2. Salesforce es una empresa que ofrece software basado en la nube para ayudar a otras organizaciones a encontrar clientes potenciales, es decir que presta un servicio SaaS al igual que Workday.
Hay que destacar que es una declaración muy fuerte ya que justamente el SaaS, como se ha dicho, permite a las empresas pagar por el uso de un software ya probado. No solo eso, sino que además se evitan todo el proceso de desarrollo de uno hecho “a la medida”. Si bien este segundo tipo de software se siente como mejor para la organización (para una persona no es lo mismo que le hagan un traje a la medida en vez de comprar uno estándar en una multitienda) este implica un, generalmente largo (y caro) proceso de desarrollo. Tal como el traje ya mencionado no es lo mismo ir un par de veces al sastre para que nos tome las medidas, luego lo confeccione, pruebe y ajuste en vez de solo probarlo y llevarlo de la tienda. ¿Queda más cómodo el traje a la medida? Sin duda, pero demora más y es más caro.
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Entonces, ¿qué pasó?
Simón nos dice que: “Las palabras del CEO de Klarna ponen negro sobre blanco algo que es evidente en la industria: hay mucha fatiga con el estado actual del SaaS y, especialmente, con sus costes.
La estrategia de los SaaS por su lado está clara. Entrar en tu empresa, apoderarse de flujos clave del negocio y/o operaciones y, una vez asentados, expandir haciendo venta cruzada de funcionalidades relacionadas. Y cuantos más servicios atesoren, más altas son sus barreras de salida, y más poder de negociación tienen para defender, e incluso aumentar, sus precios.
Es por esto que las declaraciones de Siemiatkowski han resonado tanto. Salesforce y Workday son dos de los proveedores SaaS más pegajosos que existen. Si Klarna es capaz de deshacerse de ellos, ¿qué futuro espera a la mayoría de SaaS ahí fuera que apenas tienen ninguna barrera de salida?”
Lo planteado es correcto. Al usar el esquema SaaS la empresa/organización queda muy “ligada” al software escogido y cambiarlo posteriormente es muy complejo, aunque debo decir que no imposible. Al respecto debo decir que ese cambio depende fuertemente de la capacidad profesional del “Área de TI” de la empresa/organización. Es decir que si hay poca gente o con experiencias muy básicas en la migración de sistemas se hace muy difícil concretar un proyecto de este tipo con éxito.
Sin embargo y volviendo al ejemplo de los trajes: si yo me siento cómodo con los que compro en una empresa específica y estos se ofrecen a un precio y calidad aceptable, ¿es tan terrible “depender” de esa tienda? Bueno, opino que no.
Siguiendo con los argumentos para dejar el esquema SaaS Simón nos dice que: “Hay quien duda de que Klarna pueda realmente reemplazar Salesforce y Workday por soluciones propias y lo enmarca dentro de la necesidad de hacer ruido alrededor de la IA ante una posible salida a bolsa de la empresa.
Estratégicamente encuentro razones para posicionarme en ese grupo, principalmente por uno de los costes habitualmente más ignorado del panorama empresarial: el coste de oportunidad.
Hay muchas malas razones para contratar un SaaS, pero una de las buenas es que te permite enfocar tus recursos en aquello que te hace diferencial frente a la competencia. Cuando el CEO de Klarna declara que va a invertir sus recursos en deshacerse de estos sistemas, está también reconociendo indirectamente que no ve mejores oportunidades en los que enfocar su esfuerzo.
Ahora bien, un contraargumento podría ser que precisamente mejorar sus márgenes reduciendo costes es diferencial sobre la competencia. A largo plazo, cuando una industria pasa su fase expansiva, aquellos más eficientes suelen ser los que se llevan el mercado. Si Klarna es capaz de operar con un margen bruto del 90%, tendrá una ventaja notable sobre competidores que sólo sean capaces de hacerlo con uno del 80%.
En definitiva, es difícil adivinar la situación de Klarna porque nos falta contexto, pero es vital que introduzcamos el coste de oportunidad en nuestras decisiones. Cada vez que escogemos una opción estamos renunciando a todo lo que podríamos hacer en su lugar, y cada empresa, en cada momento, tiene que escoger unas oportunidades sobre otras dependiendo de su situación y contexto, y no fruto del último titular de moda”.
Concuerdo con lo planteado. Les comparto esta reflexión que hago en mis cursos y capacitaciones tanto para Profesionales (futuros o ya titulados) de Informática como de Administración de Empresas:
Las empresas/organizaciones NO quieren invertir en TI. Lo hacen porque piensan (con razón) que usando tecnología van a tener un mejor desempeño y administración. Lo que ellas quieren es invertir en la misión del negocio (máquinas, bodegas, camiones, según sea el rubro). Esto significa para el Área de TI: entender el Negocio perfectamente y hacer propuestas de valor a partir de las Tecnologías.
Este análisis me lleva al siguiente corolario: las TI que utiliza una empresa/organización serán realmente maduras cuando sean transparentes y el enfoque estratégico esté en como hacer crecer el negocio sabiendo que la tecnología es suficiente para apoyar esos planes de expansión.
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Ideas finales
Para terminar su interesante y provocador comentario Simón plantea dos ideas más:
1. ¿Es viable construir tu propio SaaS?: “Otro aspecto importante, más allá de evaluar el coste de oportunidad, es evaluar la viabilidad de tal cambio. Leo al CEO de Klarna decir que va a aprovechar la IA para desacoplarse de Salesforce y Workday y, aun asumiendo que la IA fuera capaz de programar estos sistemas complejos de forma eficiente (que no lo hace a día de hoy), todavía quedaría un gigantesco problema: entender el dominio del problema que se quiere resolver.
Sí. En teoría, Klarna sería su propio cliente y debería conocer sus necesidades. Sin embargo, esto no garantiza en absoluto que puedan crear un producto de forma exitosa. Los numerosos proyectos internos fallidos en múltiples empresas son buena prueba de ello.
El coste de oportunidad, por tanto, va más allá de los equipos de producto implicados. Debemos incluir también el coste de todos los interesados que deben participar en el proceso. Esto abarca la definición de requisitos, las pruebas y la validación del sistema, entre otras tareas”.
2. El secuestro SaaS: “Recapitulando. Reemplazar un SaaS no es sencillo. Para empezar, tenemos que valorar el coste de oportunidad de hacerlo, tener recursos disponibles, y además, con las capacidades necesarias.
En cierto modo podría decirse que muchas empresas están secuestradas por sus proveedores SaaS. Muchas querrían abandonarlos, o al menos reducir gastos, pero no pueden. Para más ofensa, esto lo aprovechan bien sus proveedores para extraer el máximo valor beneficio posible de esta relación.
Construir soluciones propias no es una alternativa viable para la mayoría de las empresas. Sí creo en cambio que la fatiga SaaS y las posibilidades que nos brinda la IA, va a traer cambios. Cambios liderados por empresas de nueva creación, desarrollando soluciones a medida con equipos muy pequeños, quizás utilizando otros modelos de negocio como el pago único, o el pago por versiones”.
¿Qué opinan ustedes?
¿Piensan que el SaaS es una especie de rapto?
¿Ayudará la IA a las empresas/organizaciones a desarrollar sus propias soluciones empresariales?
Por favor dejen sus opiniones en espacio habilitado.
Saludos cordiales.
Profesor Gerardo Cerda Neumann, Editor del Blog.
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